dam Wild tenía una personalidad abrumadora. Sabía todo lo que hay que saber acerca de cierto tipo de mujer y era un hombre decepcionado. En cambio, a ellas les era en extremo atractivo. Así que cuando Katy se vio obligada a compartir con él sus vacaciones y acamparon juntos en las montañas, ella temía lo peor. ¡Y tenía razón! Ya que a pesar de la atracción que de inmediato surgió entre los dos, Adam le advirtió:
-¡No pertenezco a nadie y nadie me pertenece a mí!
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