Ella apareció en medio de una tormenta y fue arrastrada hasta los brazos masculinos en una noche tempestuosa que tenía magia propia.
Pero al amanecer, Merlyn fue testigo de la vuelta de Rand Carmichael a su tormento, donde todavía lloraba la trágica pérdida de Suzie, su mujer.
Desolada por su apasionada respuesta ante aquel hombre, y herida por el frío rechazo de Rand, las esperanzas de Merlyn de interpretar el papel de Suzie en un película se esfumaron.
Pero una mano invisible parecía decidida a unir a Merlyn y a Rand, y cuanto más se veían, más consciente era Rand de la magia de Merlyn.
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