Cuando Ash Carpenter imagina a una colegiala, la imagen no coincide con ella. Ella usa faldas largas que son un poco frumpy. Sus suéteres voluminosos esconden su forma, y su pelo siempre está en un moño desordenado. Sus zapatillas de tenis son torpes y gastadas, y hay correas en sus medias gruesas. Sus gafas con montura oscura esconden parte de su rostro ... pero no todo. Porque ha visto esos ojos azul hielo, y lo han perforado hasta el centro.
Ella camina por su oficina todos los días, y finalmente ha tenido suficiente. Ash decide que está cansado de esperar y es hora de recoger lo que se le debe. Ella vendrá con él, porque no hay otra opción. Pagará la deuda de su padre de la forma en que Ash lo crea conveniente.
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