miércoles, 18 de julio de 2018

A cara o cruz



Nadie había aprobado el matrimonio de Salomé con Ralph Diamond. Todos creían que se había casado por su dinero, cuando la realidad era que Salomé se había casado por amor. Tampoco entendieron por qué luego Ralph se había divorciado de ella.

Ahora Salomé tenía un apartamento que no quería, conseguido en el acuerdo de divorcio, y un vecino al que tampoco quería. Mike Angellini, propietario de un famoso restaurante, siempre le había dejado claro que la consideraba una cazafortunas. ¿Por qué entonces Salomé accedió a cenar con él?


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